No existe dictadura buena


Frontera interna de Alemania durante la Guerra Fría, Turingia.

«Al igual que en la dictadura Nazi, en la dictadura socialista perseguían, espiaban, cohartaban las libertades individuales y, si uno se negaba a obedecer hasta en los aspectos más privados de su vida, lo encarcelaban, hacían desaparecer o asesinaban.»

Berlín, Alemania, 9 de noviembre de 1989.

Helmut Kohl, Mijaíl Gorbachov y George Bush en Point Alpha en 2005.
   

Tuve la oportunidad de conocer el memorial Point Alpha, punto de observación de la «Cortina de Hierro», en la fronterna interna de Alemania, durante la Guerra Fría. Esta experiencia hizo reafirmar mi convicción profundamente democrática. Porque no existe ninguna dictadura buena. Podemos discutir vidas enteras sobre modelos de economía y sociedad; pero lo que nunca puede estar en juego es el orden democrático, los derechos humanos, las libertades individuales y el Estado de derecho. Aquí les dejo una de las frases que más me marcaron de un sobreviviente de la dictadura socialista de Alemania Oriental, quien, a sus 16 años, huyó de casa para vivir en libertad en Alemania Occidental.

Memorial Point Alpha, Casa en la Frontera.
 

«Al huir a través del campo minado de la frontera, era consciente, a pesar de mi infantil inocencia, que cada segundo podía ser el último de mi vida.»

 

 

 

 «Cuando mi madre murió, no me dejaron ir a despedirme, así como tampoco nos dejaban visitarnos antes. Mi vida entera, intentaron cobardemente hacerme sentir culpable por luchar por mi libertad a cambio del dolor de mi madre por ver a su hijo partir.»

Propaganda inhumana del régimen de la DDR.



















































































































 



 

 «Mi profesor del colegio era un Nazi convencido durante la 2da. Guerra Mundial y luego, de la nada, se convirtió en comunista y oficial encubierto de la Stasi (Ministerio para la Seguridad del Estado). Además de adoctrinarnos con la propaganda del partido, intentaba constantemente obtener información sobre nuestra vida familiar para perseguir a quien piense diferente.»

 

«En casa, no podíamos hablar muy alto, porque la Stasi tenía espías por todos lados. Aunque lo más duro era la frustración de mi padre al tener que enseñarme a mentir para sobrevivir en la escuela. Tenía que enseñarme a fingir odiar a quien piense diferente para poder ser alguien en la vida.»

Tanque estadounidense estacionado en la frontera.
Torre de control en la frontera.

Trajes militares de soldados estadounidenses.

Doctrinas de Zhdánov y Truman.

Conferencia de Potsdam, 1945. Winston Churchill, Harry S. Truman y Iósif Stalin.

«Sin censura el poder se esfuma», Leonid Brézhnev.
«Debe verse democrático, pero debemos tener todo en la mano», Walter Ulbricht.


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